La Congregación de la Misión de la Provincia Eslovaca está sirviendo en la Diócesis de Trujillo, en La Parróquia de San Pedro y San Pablo, Sangrelaya, ya 15 aňos. Dicha parróquia está ubicada en el noreste del país de Honduras en Centroamérica, donde las circunstancias de la vida son muy difíciles. No hay coneccion electrica ni agua potable en la mayoría de las comunidades de la parroquia. No existen carreteras pavimentadas, ni oportunidades para los empleos fijos. El hospital más cercano está a cinco horas de distancia en el carro.
Nuestra misión central en Sangrelaya tiene muchas comunidades misioneras, compuestas por aproximadamente 30,000 personas. Más que la mitad de ellas pertenecen al pueblo garífuna – étnia que tiene su propia lengua y cultura. La otra parte de los feligreses son ladinos y unos pocos misquitos.
La gente es muy animada y alegre. Sin embargo la situación espiritual y material es muy difícil. La evangelización es un gran desafío, dado que hay mucho sincretismo. Nuestro objetivo es evangelizar la cultura y acercarlos más a la vida sacramental. En nuestra zona hay muchas familias incompletas y pobres. La educación está en un nivel bastante bajo. Por esto aparte de la pastoral ordinaria tenemos como objetivo ayudar en la educación básica de la doctrina y la fe católica, y enseňarle a la gente las costumbres de la vivencia de las virtudes. En nuestro Centro de la Divina Misericordia se organiza ordinariamente la formación y educación de los agentes de la pastoral de nuestra parroquia.
Dentro de nuestras posibilidades tratamos de poner atención a las cuestiones de la salud de los enfermos y al apoyo a los más pobres mejorando sus condiciones de vida (ayuda con las construcciones de las viviendas). También trabajamos en los proyectos que podrían ayudarnos a mantener la misión y la parroquia y ser más indipendientes (autosostenibilidad parcial). Así mismo se sigue trabajado en las reconstrucciones de varios templos. Actualmente estamos construyendo un templo, varios estamos reconstruyendo y hay un plan de construir una capilla en una comunidad, donde los huracanes Eta e Iota destruyeron el templo. Honduras sufre enormemente por el comportamiento minero irresponsable, que pone en peligro a muchas personas de los grupos sociales más vulnerables. También nos esforzamos por trabajar en este ámbito y apoyar la concienciación medioambiental.
Únense a nosotros y conviértense en nuestros colaboradores en este esfuerzo por mejorar la vida de personas que, muchas veces sin culpa propia, viven en condiciones y situaciones difíciles. Les agradecemos su generosidad espiritual y materiál y esperamos visitar pronto su parroquia. Por favor oren por nuestra misión, que tanto lo necesita. Están también Ustedes en nuestras oraciones.
Gracias.